Tú eres inspiración, tú eres arte
El arte es una expresión que surge del espíritu, del corazón. Por ello la diversidad de gustos, estilos y formas del arte se extienden cada vez más. Hay obras que pueden incluso desagradarnos pero que a su vez descubren en nosotros sentimientos y emociones desconocidas, que nos llevan a una transformación interior.
Parafraseando a Becker, cuando exclamaba con fervor: “Poesía eres tú”, podemos decir también “El arte eres tú”. Si eres creador o artista, expresas lo que hay en tu interior. Si eres admirador del arte tienes la capacidad de verte en cada obra como en un espejo y dejar que cada pieza, por muy humilde y sencilla que parezca, despierte sensaciones o salir de la vida rutinaria.
Podría decirse entonces que el arte está vivo, que fluye con nuestro ir y andar por la vida y que una buena obra por más que sea vista, sigue conservando algo que ofrecer. La obra comunica su ser por sí sola.
La variedad de piezas que son creadas en el mundo es casi infinita. Nacen para expresar nuestra humanidad y es tan diversa como el ser humano mismo. Nada está totalmente dicho en el arte, siempre hay algo nuevo que expresar y una nueva forma de decirlo.
